Trabajando en Cloud (SaaS)

El software como servicio (SaaS) es un modelo de distribución de software en el que un proveedor externo de soluciones corporativas, aloja aplicaciones y las pone a disposición de los clientes a través de Internet. SaaS es una de las tres categorías principales de informática en la nube, junto con la infraestructura como servicio (IaaS) y la plataforma como servicio (PaaS).

SaaS está estrechamente relacionado con el proveedor de servicios de aplicación (ASP) y los modelos de entrega de servicio «pago por uso». El modelo de gestión de aplicaciones alojadas de SaaS es similar a ASP, donde el proveedor aloja el software (o los datos) del cliente y lo entrega a los usuarios finales aprobados (con Control de Acceso gestionable por el Cliente) a través de Internet. En el modelo SaaS de software bajo demanda, el proveedor proporciona a los clientes acceso basado en red a una única copia de una aplicación, que el proveedor creó específicamente para la distribución de SaaS. El código fuente de la aplicación es el mismo para todos los clientes y cuando se implementan nuevas características o funcionalidades, se distribuyen a todos los clientes. Dependiendo del acuerdo de nivel de servicio (SLA), los datos del cliente para cada modelo pueden almacenarse localmente, en la nube o tanto localmente como en la nube.

Las organizaciones pueden integrar aplicaciones SaaS con otro software utilizando interfaces de programación de aplicaciones (API). Por ejemplo, una empresa puede escribir sus propias herramientas de software y usar las API del proveedor de SaaS para integrar esas herramientas con la oferta de SaaS.

Existen aplicaciones SaaS para tecnologías comerciales como correo electrónico, Facturación, gestión de proyectos, gestión de relaciones con el cliente (CRM), gestión de indicencias, gestión financiera, gestión de recursos humanos (HRM). Los principales proveedores de SaaS incluyen Zoho, Salesforce, Oracle, SAP, Intuit y Microsoft.

 

<strong>Ventajas:</strong>

SaaS elimina la necesidad de que las organizaciones instalen y ejecuten aplicaciones en sus propios sistemas o centros de datos. Esto elimina los gastos de adquisición, aprovisionamiento y mantenimiento de hardware, así como las licencias, la instalación y el soporte de software. Otros beneficios del modelo SaaS incluyen:

Pagos flexibles (pago por uso): en lugar de comprar software para instalar o hardware adicional para admitirlo, los clientes se suscriben a una oferta de SaaS. Por lo general, pagan este servicio mensualmente mediante un modelo de pago por uso. Los costos de transición a un gasto operativo recurrente permiten a muchas empresas ejercer un presupuesto mejor y más predecible. Los usuarios también pueden cancelar las ofertas de SaaS en cualquier momento para detener esos costos recurrentes.

Uso escalable: los servicios en la nube como SaaS ofrecen una gran escalabilidad vertical, lo que brinda a los clientes la opción de acceder a más o menos servicios o funciones a pedido.

Actualizaciones automáticas: en lugar de comprar un nuevo software, los clientes pueden confiar en un proveedor de SaaS para realizar automáticamente las actualizaciones y la administración de parches. Esto reduce aún más la carga sobre el personal de TI interno.

Accesibilidad y persistencia: dado que las aplicaciones SaaS se entregan a través de Internet, los usuarios pueden acceder a ellas desde cualquier dispositivo y ubicación habilitados para Internet.

 

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